Como el que se compra un coche sin saber conducir, lo mismo pasa con los Implantes Cocleares. Hoy os quiero hablar de lo importante que es trabajar en casa con los niños y hacer siempre caso de las personas que nos ayudan a su desarrollo.
Después de la operación, la activación y la adaptación, viene lo más complicado enseñar al niño a escuchar, ayudarlo a desarrollar el lenguaje oral, y para esto es necesario unos padres involucrados.
Al principio es muy complicado porque no solo se tiene que adaptar el niño a la nueva vida, sino que también los papás. Yo me acuerdo al principio cuando salíamos a la calle, sentía que todo el mundo miraba los Implantes de Adriana. Me costaba ir al parque porque quería evitar por todos los medios que me preguntaran qué le pasaba. Todas estas situaciones nuevas me generaban mucha ansiedad, era algo que yo no había pensado ni sabía que me iba a pasar.
Cuando me adapté a ver a Adriana con sus Implantes y se me fueron esos miedos, seguía siempre las pautas que Marta, la pedagoga de ASPAS, nos iba dando. Es cierto que no le dedicaba el tiempo que a mi me hubiera gustado, con el trabajo es muy complicado encontrarle hueco a todo, pero intentaba a través del juego trabajarle los conceptos.
Durante la cuarentena que vivimos el año pasado no trabajé, estuve los casi 40 días que duró en casa 24h con mi hija. Me pude organizar y todos los días teníamos la misma rutina, aquí fue cuando realmente vi cambios importantes en la evolución de Adriana. Todos los días imprimía nuevos materiales, leía las anotaciones que me hacían la pedagoga de ASPAS, la pedagoga y la logopeda del cole. Seguí una rutina muy estricta, tanto que el día que Adriana no estaba por la labor o se me hacía tarde por estar imprimiendo y plastificando los materiales, me entraba mucha ansiedad porque para mi era un día perdido.
Esta rutina la seguí, pero con la vuelta al trabajo tuvimos que volver a una rutina menos intensiva. Ahora estoy un poco más tranquila porque se que si yo no puedo ya ha tenido su sesión en el colegio o en ASPAS. Actualmente, Adriana tiene sesiones de lunes a viernes y ahora mismo el trabajo con ella es diferente al de un año atrás. Ahora podemos dialogar con ella, podemos explicarle las cosas y nos entiende mejor. El trabajo que se realiza ahora con Adriana es reforzando algunos conceptos, realizando el mismo aprendizaje que sus compañeros del colegio, pero con una ayuda extra ya que le cuesta más. Auditivamente tiene dos años y respecto a sus conocimientos 4 años, solo un año de retraso respecto a sus compañeros de clase. Es un dato bueno en general, pero como ya he dicho alguna vez, soy una madre muy exigente y cuanto antes pueda acortar distancias, mejor.
Sé que al principio hay momentos donde parece que el niño se estanca, que parece que deja de aprender, que no avanza. Tened paciencia porque vuestro tiempo es el mejor regalo que ellos pueden tener. Si lo veis desganado ayudarlo a estar motivado trabajando con cosas que le gustan, por ejemplo a mi hija le encantan las princesas Disney pues si quiero trabajar con ella contar del 10 al 20 nos ponemos a contar cuantas princesas tiene, o busco materiales que sé que le van a gustar.
Estos recursos son importantes cuando vemos que no quieren trabajar, así lo hacen sin ser conscientes de que están trabajando.
Otro ejemplo que a mi me sirvió mucho fue trabajar con su casa de muñecas. Ese es su juego favorito entonces ella va muy motivada a jugar conmigo y jugando a la casita trabajamos un sin fin de conceptos. Mientras adornamos la casa podemos trabajar vocabulario como los espacios (salón, cocina, dormitorio…), las cosas (sofá, puerta, escaleras…), arriba/abajo, dentro/fuera… Esto es algo que hemos exprimido al máximo y que seguimos haciendo. A veces también jugamos en su casita al escondite y así aprovecho a trabajar frases como ‘está debajo de la cama, está detrás de la puerta…’
A mi, también me ayudó a organizarme tener una especie de diario. Allí ponía la fecha y escribía brevemente qué cosas había trabajado ese día con Adriana y cómo la había visto a ella. Esto me ayudaba a no trabajar todos los días lo mismo porque es bueno trabajarle cosas diferentes porque al final sino se aburren y es más complicado.
También apuntaba las actividades y conceptos que me iban diciendo sus pedagogas y logopeda, y las iba tachando como si fuera una lista de la compra. Así intentaba llevar un control de las actividades que habíamos hecho y lo que nos faltaba por trabajar.
Y en el inicio tenía organizado conceptos que teníamos que aprender, una lista de objetivos, así nos motivamos mucho más a conseguirlos.
Para mi era importante llevar todo este control y la verdad que fue un éxito porque aprendió muchísimas cosas. Ahora el trabajo con ella es más espontaneo y menos organizado, ya que con el trabajo y las cosas que van surgiendo es preferible tener una visión más realista y trabajar con ella cuando se que lo vamos a hacer con calidad.
Espero que os sirva de ayuda y os animo a que trabajéis con vuestros pequeños en casa, esto marca la diferencia. Si veis que os cuesta organizaros, haceros un planning como el que organiza la comida para la semana.